Como dijo, John C. Maxwell, coach de liderazgo,  “No puedes dar algo que no tienes, no puedes contar algo que no conoces y no puedes compartir algo que no sientes», y esto, también ocurre al hablar en público. Si tu objetivo es cautivar a tu audiencia tienes que hacerla «vibrar». Ponerle pasión, ganas y emoción a lo que cuentas…En nueve palabras: comunicar con todo tu cuerpo y todo tu ser.  ¿Si tú no conoces en profundidad de lo que hablas y no crees en ello para qué lo cuentas?

¿Qué cuáles son los ingredientes básicos para despertar y atraer al público? Es muy fácil ya verás.

Listado de mejores consejos para conectar con el público

1. Sin intención no hay comunicación

Además de las palabras, hay que saber dominar la voz, los gestos y la imagen que quieres proyectar. Todo tiene una intención (movimiento de manos, estilo que utilizas al vestir, escenario que empleas etc). Todo cuenta y todo dice cuando se empieza un discurso.

Si hablas en público has de ser consciente que estás realizando un acto de comunicación que implica pasión y emoción por tu parte y que sin ellos no conseguirás el cambio que tu público necesita para llegar a la acción. Por eso, es muy importante pensar primero si lo que quieres es emocionar, entretener o vender (por ponerte sólo unos ejemplos) y luego una vez escogido el objetivo, lánzarte a ello con todo tu ser. «Si tú no pones azúcar a tu discurso y no lo bates con otros ingredientes con ganas, no engancharás a tus espectadores y al final tu exposición se quedará floja y sin fuerza, como les sucede a los suflés que se quedan pegados en el molde porque no se les ha sabido dar el toque que los hace estar esponjosos y comestibles».

2. Segundo. Estudia las necesidades de tu audiencia

Para conectar con tu auditorio primero has de conocerlo y eso supone hacer un pequeño estudio de investigación de sus intereses ¿Por qué quieren saber sobre el tema que expones? ¿Cuál es su postura? ¿Cuántos son? ¿Son expertos en la materia o no conocen nada en absoluto de lo que hablas? No es lo mismo dirigirse a ancianos, que a niños, o a que directivos.

3. Pregunta a los organizadores sobre el perfil de los asistentes

O utiliza unos cuestionarios previos que puedas enviarles para conocer mejor sus opiniones. Usa las redes sociales para saber cuáles son los gustos de tu público, que les mueve, que temen. Busca lo que te une a tu audiencia y empieza por ahí.

4. Piensa en el mensaje que quieres transmitir

¡Qué duda cabe que de lo que se trata es de dejar huella tras tu exposición! Y si no es así, ¿para qué tanto trabajo entonces? Antes de ponerte a hablar o a improvisar tienes que sentarte para preparar las líneas rojas de tu intervención. Así que coge lápiz y papel, o una tablet, lo que prefieras, o una servilleta y boli (todo vale) y ponte a definir tu mensaje con claridad. ¿Cuáles son las ideas clave? ¿Y las secundarias? ¿Cómo puedes formular todo de forma breve?…Como ya te dije antes, toda exposición, presentación, charla tiene como objetivo conseguir un cambio en tu público y llevarle a la acción. Así que piensa bien cómo formular tu mensaje en una sola frase a modo de eslogan que llame la atención.

6. Habla con el corazón y utiliza un lenguaje claro y cercano

Piensa que el que te escucha es un amigo, (¡ o incluso tu madre!), así es más fácil que se te pase el miedo escénico. Además de esta forma te expresarás de forma más coloquial y no crearás distancias con tus escuchantes.

Cuando se trata de hablar en público hay que ser natural, claro, conciso y humilde. Muchas veces al querer aparentar profesionalidad se cae en el error de sonar excesivamente formal y artificial. Así que ten en cuenta esta premisa cuando te pongas a escribir lo que quieres contar. Eso sí, tampoco conviene pasarse de coloquial. La virtud está en el punto medio

7. Organiza los contenidos en Introducción-cuerpo-conclusión

Para captar mejor la atención en los momentos donde menos se atiende durante una exposición oral  no hay que excederse al hablar, sino proporcionar la información justa, y saber guiar la atención del público para que en cada momento atienda a los detalles visuales y verbales que les hemos preparado. En posts posteriores te explicaré porqué es tan importante estructurar nuestra información en introduccción- cuerpo o núcleo y desenlace o conclusión.

8. Cronometra los momentos de intervención y ensaya cuántas más veces mejor

Es muy importante que termines antes del tiempo asignado. Ya lo dijo Dorothy Sarnoff «Asegúrate de terminar de hablar antes de que la audiencia haya terminado de escucharte». Si tu mensaje es conciso los oyentes lo recordarán mejor y les dejarás con más ganas de escucharte la próxima vez. Utiliza recordatorios para darte cuenta del paso del tiempo. No utilices reloj, eso da mala imagen parece que te quieres ir. Mejor usa un portátil con un reloj, o dile a un amigo que te avise. Y muy importante: ensaya frente a un espejo, o grabándote varias veces. De esta forma sabrás tus fallos. Nadie se conoce mejor que tú.

 

 

 

 

 

 

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